Mañana, a las 20.00, en el estadio Hernando Siles se presentará en concierto la banda juvenil mexicana RBD, con los éxitos cosechados durante sus cuatro años de trayectoria que este 2008 llega a su fin.El esperado recital, cuyos organizadores lo anuncian como el más caro nunca antes hecho en el país, es posible gracias a una inversión de 400.000 dólares y un trabajo coordinado por las empresas Enterprise Group, Bussines Group, Franco Producciones y Viva.Según Sergio Soria, representante de Franco Producciones, el sexteto, que ya actuó en Santa Cruz en 2007, llega con 40 personas entre asistentes y técnicos.Soria recalcó que para el show de mañana “se desplegará un gran operativo de seguridad con 700 policías y 150 guardias de seguridad privada, además de voluntarios de la Cruz Roja Boliviana que cuidarán la salud de los asistentes”. También adelantó que un grupo de fans se alista para recibir a RBD en el aeropuerto de la ciudad de El Alto.El productor no quiso dar detalles del espectáculo “porque queremos que sea una sorpresa”, pero, según informes en internet, los shows de RBD se caracterizan por el gran despliegue físico de los integrantes, quienes se cambian de vestuario al menos en cuatro oportunidades; por fuegos artificiales y efectos visuales, además de pantallas con imágenes de complemento.Para evitar la falsificación de las entradas, hasta ayer se entregaron sólo recibos con barras codificadas, que podrán ser canjeados a partir de las 15.00 de hoy y mañana desde las 08.00 en una ventanilla del estadio Hernando Siles.Los intérpretes del pop latino, quienes se dieron a conocer a partir de la novela Rebelde, son famosos por canciones como Sólo quédate en silencio, Sálvame y Un poco de tu amor, todas de su primer disco.Franco espera que el “Siles” albergue mañana a por lo menos 30.000 personas. Aún quedan boletos en la siguiente escala de precios: 480 bolivianos (platinium), 290 (VIP), 150 (cancha), 100 (recta general) y 60 (curvas).Integrantes: Anahí,Alfonso Herrera,Christopher Uckermann, Dulce María,Maite Perroni y Christian Chávez
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